Historia del descubrimiento del nematodo Heterorhabditis Bacteriophora

En la década de 1960, dos científicos británicos, Poinar y Thomas, realizaron una investigación sobre nematodos entomopatógenos en el suelo. Su objetivo era encontrar nematodos que pudieran usarse en el control biológico de plagas de insectos.

Durante sus estudios, Poinar y Thomas descubrieron una nueva especie de nematodo al que llamaron Heterorhabditis bacteriophora. Aislaron estos nematodos de larvas de escarabajos infectados en suelos agrícolas.

Observaron que estos nematodos tenían un modo de acción único, siendo portadores de bacterias simbióticas pertenecientes al género Photorhabdus. Las bacterias producen toxinas que matan a los insectos huéspedes, mientras que los nematodos se alimentan de bacterias y tejido de insectos muertos.

El descubrimiento de los nematodos Heterorhabditis bacteriophora ha abierto nuevas perspectivas para el control biológico de plagas de cultivos. Desde entonces, estos nematodos han sido ampliamente estudiados y utilizados en programas de control biológico, particularmente para el control de larvas de escarabajos y otras plagas de insectos del suelo.

El uso de los nematodos Heterorhabditis bacteriophora en el control biológico ha continuado expandiéndose, con investigaciones dirigidas a mejorar su eficacia, conservación y aplicación práctica. Hoy en día, estos nematodos son ampliamente comercializados y utilizados en todo el mundo para el control biológico de plagas de cultivos.